Al leer semejante título imagino que os viene a la mente la imagen de un joven vampiro recién convertido, y ya que soy yo quien cuenta la historia, un vampiro negro, por eso de romper los estereotipos, ya sabéis. Blade no cuenta, ha llovido mucho desde entonces. Hay que mantener la mente despierta, ágil e imaginativa; nada de imágenes e ideas prefijadas, necesitamos mentes frescas y abiertas que nos lleven al progreso social que precisamos últimamente. Bueno, en caso de cumplirse mi predicción y todos los requisitos previos, olvidaos del rollo que acabo de soltaros, porque este artículo bien podría iniciarlo, pero poco tiene que ver con un relato de ficción. Quizás sepáis y quizá no, que llevo algo más de un mes trabajando de noche, 40 noches para ser exactos. Y con ello no me refiero a entrar a las 8 de la tarde y salir a las 2 de la madrugada, no, ni tampoco a trabajar en una discoteca rodeado de gente. Quiero decir que llevo más de un mes trabajando de 12 de la noche a 8 de la